EL LENGUAJE DE LA VIDA




Susurros, a veces oyes susurros, la voz interior que Sabe y que, porque Sabe, se atreve a hablarte como la cálida voz insonora de un pensamiento que no te pertenece. Pueden llegar de cualquier sitio, pueden ser tu propia Voz Interior. Pueden ser palabras llegadas de lejanos lugares de la conciencia, tan lejanos como estrellas habitadas por hermanos desconocidos cuya función no es otra que ejercer de cuidadores. Pueden ser palabras puestas en bocas ajenas, en frases ajenas de amigos desconocidos a los que nunca estrechaste la mano; amigos que forman parte de tu familia sin serlo, porque forman parte de tu familia en lo invisible.

A veces los susurros llegan bajo la forma de señales, aconteceres que parecen diseñados para dejarte momentáneamente atónito porque en ellos parece esconderse un sentido vinculado a ti, a tus pensamientos, a tu historia del momento.

La Voz Interior forma parte del lenguaje de la Vida. Todo en este mundo está expresado en un lenguaje energético, cinético, y particularmente paradójico, que nosotros percibimos sencillamente como hechos, cosas que suceden. Todo lo que acontece en esta vida, todo cuanto sucede en nuestro rededor, forma parte de un extensísimo y sobrecogedor fenómeno comunicativo que permanentemente nos habla de todo cuanto puedas imaginar, a niveles inimaginables. Los acontecimientos, los fenómenos, son una especie de sintaxis de un tremendo diálogo, en el que solo participamos como integrantes del mismo, desarrollado entre la eternidad que nos rodea y la naturaleza y el mundo que nos envuelve y contiene. Sin embargo, aunque formamos parte activa de la morfología de cada frase y de cada contenido expresado a ese nivel por la Vida, podemos aprender a leer y, así, Saber.
El aprendizaje se realiza mediante la Observación. Y la Observación se desarrolla acrecentando el estado de alerta y de vigía, es decir, aprendiendo a estar Despierto.
A escalas mayores ese lenguaje se expresa en una especie de código interplanetario expresado en la relación energética entre los cuerpos celestes (entre los mundos de nuestro Sistema Solar), y los seres humanos. Ya sabes a lo que me refiero.
La astrología ha detectado e interpretado una faceta de ese lenguaje cósmico de la naturaleza, expresado a niveles planetarios entre diversos y poderosos logos que definen en su interrelación al hombre, lo que es, lo que puede ser y aquello que de él se espera. Digamos, por simplificar, que la astrología ha encontrado una forma de escuchar e interpretar lo que a ese nivel planetario se dice sobre cada uno de nosotros, con relación al día a día de nuestras vidas y a la amplia generalidad de la misma.

Pero lógicamente, volviendo a nosotros y a la Tierra, el estado de alerta, de atención acrecentada, es primordial para el aprendizaje del lenguaje de la Vida, y para la aplicación de la Magia que de ella se desprende. Por eso es tan importante estar Despierto, y no caminar por este mundo con los ojos cerrados.
Oye la Voz Interior, estate atento a los susurros que la vida permanentemente deposita en tus oídos.
Aprende a Ver, a leer entre líneas la letra pequeña del viento y de los pájaros, de la caída de una hoja o del sonido del más sepulcral silencio.
Aprende a Escuchar, porque en las pausas, en los silencios, y en el clamoroso canto de la muda voz del Silencio Interior, se esconde el secreto que la Vida permanentemente te ofrece.
Aprende, en definitiva, a estar Atento.
Acrecienta tu percepción, estimula tu estado de Alerta, y estarás más Despierto.
Y esto no debes dejarlo para mañana.

Comentarios

  1. y dijo el:a veces esos susurros,se volvieron gritos.Los caminos de espigas se combirtieron en brasas.Aun asi,siguio caminando.Yo siempre a sus espalda..mas esa es mi mision.la vuestra calmar vuestro corazon,ellos eligieron y a este alma la elegi yo.las cicatrices del alma seran solo visibles a los hojos de quien llamais dios.las decisiones estan tomadas mas no entiende razon.Llego la hora del quinto escalon,seras sus manos,porque escrito ya esta y no atienden a no.

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  2. Esos susurros, a veces nos sugieren cosas que parecen disparatadas, pero cuando esos susurros son acompañados por los latidos de nuestro Corazón, debemos seguirlos hacia donde nos lleven y sin titubeos.

    ¡¡Me ha gustado mucho esta reflexión!!
    Y lo que más me gusta es que tus palabras y tu forma de comportarte en la vida van en concordancia, te conozco y no son sólo palabras...¡¡Felicidades!!
    Amor Elena

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  3. Os voy a contar una cosa preciosa, Miguel Angel. Bueno, a mi me lo pareció.

    El otro día la mano de una persona, con poco amor dentro, prendió fuego al campo. Mi lugar sagrado fue calcinado. Reducido a cenizas.

    A hora temprana de la mañana buscaba desesperada signos de vida. Los árboles jóvenes estaban vestidos de negro. Las rosas salvajes desaparecidas. El riachuelo seguro que, en un intento de apagar algo, ya no estaba…ni sus diminutas flores blancas que a modo de tapiz, lo cubrían. Solo el silencio invadía la mañana y el paisaje. No encontraba mi rincón ni a los jabalíes que de vez en cuando salían de sus escondites. Sencillamente no había escondites. Los pajarines acudían al lugar donde, seguramente antes, tenían sus nidos o sus crías. Acodados en los lugares, ni se atrevían a moverse a pesar de mis pasos. ¡No están!, les dije con tristeza.¡Vuestros hijos!, ya no están.


    Allí, en mitad de aquel desierto negro, me quedé absorta mientras las lágrimas corrían por mi cara. Intentaba entrar en ese centro donde todo juego adquiere otras dimensiones distintas a las que nuestros sentidos perciben, pero el amable aviso de un bombero para que me retirara, cortó el intento de contemplación. No me retiré, pensé que el agua que iba a desprender el helicóptero, me vendría bien y …surgió la magía: Echó el agua a escasos tres metros de donde me encontraba y con el tímido sol, que salía enfrente, se formó el arco-iris más hermoso que he visto en mi vida. Nunca había visto un arco-iris tan cerca , tan bello, tan nítido. Yo en el centro y fue como si sintiera la alianza de Dios conmigo. Volví a llorar, porque soy llorona, pero ahora de inmensa alegría. Sentía que acababa de morir lo viejo y nacía un nuevo amanecer.

    M.

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    Respuestas
    1. El amor por la vida te hace ver lo que ves, vivir lo que vives y cómo lo vives. Ver la luz en ese escenario es una cualidad del alma, forma parte de tu aleteo, de tu luz. Gracias por compartir tu vivencia, amiga. Gracias por seguir ahí.

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